Desde hace ya algunos años, el Señor nos regala la posibilidad de encontrarlo a través de la misión y la gracia de compartir este regalo con nuestra comunidad.
Esta vez visitamos más de 60 familias en el paraje “Paranacito”, cerca de Colonia Carolina, en la diócesis de Goya. Pero, sobre todo, abrimos nuevos surcos allí: los de nuestros corazones. Fue lo que sucedía en cada casa al escuchar y compartir la historia de cada persona y cada familia. A la tarde regresábamos trayendo en el corazón el rostro y la vida de cada hermano, joven, “gurí” y anciano.
De cada uno de ellos aprendimos la sabiduría de los más humildes: su profunda sencillez, su generosidad y alegría, su respeto por lo Sagrado y su enorme esperanza.
Agradecemos infinitamente al Colegio y a al Comunidad de San Cayetano (Villa Adelina) por acompañar y sostener la misión de nuestra Casa de Formación con su oración y su ayuda, y muy especialmente por medio de la presencia de Rosana, Patricia y Sandra.
Cristo, que dirige la misión y nuestras vidas, nos invita a todos a abrir el corazón para hacernos más sencillos y ser capaces de amar con un amor generoso y desinteresado.
Adrián
Esta vez visitamos más de 60 familias en el paraje “Paranacito”, cerca de Colonia Carolina, en la diócesis de Goya. Pero, sobre todo, abrimos nuevos surcos allí: los de nuestros corazones. Fue lo que sucedía en cada casa al escuchar y compartir la historia de cada persona y cada familia. A la tarde regresábamos trayendo en el corazón el rostro y la vida de cada hermano, joven, “gurí” y anciano.
De cada uno de ellos aprendimos la sabiduría de los más humildes: su profunda sencillez, su generosidad y alegría, su respeto por lo Sagrado y su enorme esperanza.
Agradecemos infinitamente al Colegio y a al Comunidad de San Cayetano (Villa Adelina) por acompañar y sostener la misión de nuestra Casa de Formación con su oración y su ayuda, y muy especialmente por medio de la presencia de Rosana, Patricia y Sandra.
Cristo, que dirige la misión y nuestras vidas, nos invita a todos a abrir el corazón para hacernos más sencillos y ser capaces de amar con un amor generoso y desinteresado.
Adrián