HOLA!!! Bienvenido al Blog...
esperamos que este sea un espacio de encuentro, aportes y opiniones en el que podamos ir descubriendo juntos el Espíritu misionero de la Iglesia y, compartiendo las riquezas del Carisma de San Cayetano, crecer comunitariamente en la Misión...

COSTA GRANDE - EL POLLO - ESTACIÓN GÓMEZ - DERQUI - AMEGHINO - PASO QUINTANA - PARANACITO - PARADA COCO - CAMPO QUIJANO

MISIÓN... x Fer y Matsi

viernes, 10 de julio de 2009

"El verdadero misionero es el santo, y el mundo espera misioneros santos"

Compartimos un extracto del Mensaje de B16 leido a los particiantes de la Asamblea General de las Obras Misinales Pontificias...

…Es la contemplación del rostro de Cristo lo que hace que aparezca la pasión incontenible de proclamarlo y darlo a los otros y hace capaces de reconocerlo presente en el rostro de los pobres y los marginados. Sólo si uno es conducido por el Espíritu es posible experimentar la profundidad del amor de Cristo, del que mana la fecundidad de la misión y el testimonio que debe llenar la Iglesia y el mundo del buen perfume de Cristo (cf. 2 Cor 2,14-15). Oración, contemplación, imitación de Cristo constituyen el alma de toda actividad apostólica, las únicas que permiten al apóstol, como escribí en la encíclica Deus Caritas est, beber “siempre de nuevo de la primera y originaria fuente que es Jesucristo, de cuyo corazón traspasado brota el amor de Dios (n.7). Está aquí la metodología perenne de la actividad misionera. Se pide a todos los cristianos que sean testigos creíbles de este amor de Dios para hacer que surja el atractivo del Evangelio, hacer conocer y amar la Iglesia y contribuir a la dilatación del Reino de Dios. El verdadero misionero es el santo y el mundo espera misioneros santos…

Benedicto XVI
Extracto del Mensaje a los misioneros. Roma, 6 de mayo de 2009

lunes, 4 de mayo de 2009

QUIJANO ´09

MISIONAR EN QUIJANO...

Año Paulino


"Estén siempre alegres en el Señor" (Flp. 4,4)














Ir al encuentro...
Afianzar la Fe, la vida de la comunidad naciente...
Llegar por los cerros a compatir la fe entre hombres y mujeres...
Mineros y tabacaleros... chicos solos... barrios que crecen...
Compatir la fe y el Reino entre los más pobres...
Experiencia de juntos ser Iglesia en el Señor...
Celebrar en el templo que la Creación es...
Rezar con la Palabra...
Provocar el encuentro entre vecinos, barrios... entre hermanos, entre cristianos...
Rescatar y celebrar las culturas, las costumbres, la experiencia de fe del pueblo...
Hacer comunión con la Iglesia local...
Vivir en comunidad ...
Invocar a los santos como camino a Jesús...





Podemos decir que la vida del misionero es toda ella una biografía al servicio del Reino, en cuyo interior hay diferentes etapas dinamizadas todas ellas por la fuerza del Espíritu a través de los consiguientes procesos de purificación, iluminación y unión.

La escucha de la Palabra, la oración, la contemplación, el estudio, la inserción en la realidad y su lectura y comprensión en clave de fe iluminan la vida del misionero y le dan nuevas fuerzas para avanzar en el servicio a la misión.

En el contacto con la realidad, el misionero oye gritos y susurros de “gozos y esperanzas, de tristeza y angustias” de los hombres y mujeres a los que el Señor le envía y trata de dar una respuesta evangélica que ilumine esas realidades y ayude a trascenderlas. Esos gritos tienen innumerables acentos según épocas y lugares, pero hay algunos más agudos para nuestra sensibilidad de hombres y mujeres de frontera que el Espíritu del Señor nos hace vivir con mayor intensidad. Estos gritos van configurando la espiritualidad del misionero y se convierten así en rasgos específicos de su espiritualidad y son rasgos que le vienen exigidos por el contexto y la situación en que encuentra a sus hermanos cuando intenta mirarlos con los ojos de Cristo y desde su Espíritu.


Néstor - Valeria - Rodrigo - Ramiro - Lucas - Ale - Tati - Cami
Guille - Gastón - Vivi - Ana - Jose - Debo - Javi - Matsi - Juan
Gaby - Henrique - Ricardo
Enero, 2009

domingo, 16 de noviembre de 2008

ABRIR LOS SURCOS DEL CORAZÓN

Desde hace ya algunos años, el Señor nos regala la posibilidad de encontrarlo a través de la misión y la gracia de compartir este regalo con nuestra comunidad.
Esta vez visitamos más de 60 familias en el paraje “Paranacito”, cerca de Colonia Carolina, en la diócesis de Goya. Pero, sobre todo, abrimos nuevos surcos allí: los de nuestros corazones. Fue lo que sucedía en cada casa al escuchar y compartir la historia de cada persona y cada familia. A la tarde regresábamos trayendo en el corazón el rostro y la vida de cada hermano, joven, “gurí” y anciano.
De cada uno de ellos aprendimos la sabiduría de los más humildes: su profunda sencillez, su generosidad y alegría, su respeto por lo Sagrado y su enorme esperanza.
Agradecemos infinitamente al Colegio y a al Comunidad de San Cayetano (Villa Adelina) por acompañar y sostener la misión de nuestra Casa de Formación con su oración y su ayuda, y muy especialmente por medio de la presencia de Rosana, Patricia y Sandra.
Cristo, que dirige la misión y nuestras vidas, nos invita a todos a abrir el corazón para hacernos más sencillos y ser capaces de amar con un amor generoso y desinteresado.

Adrián

lunes, 3 de noviembre de 2008

MISIÓN ENTRE PESCADORES DEL PARANÁ

DERQUI 2007
“...cada instante es tan frágil y a la vez es tan fuerte”

En estas pocas palabras se puede “simbolizar” la experiencia en Derqui...
la fragilidad que experimentamos en la pobreza y resignación de la gente del paraje fue un impulso para re-significar el envío misionero y el anuncio de la Buena Nueva del Evangelio. Transfiguración y Pesebre. Transformación y nacimiento fueron las experiencias de los allí estuvimos misionando. Dios sigue naciendo en un pesebre...

Dios sigue manifestando su gloria en la “miseria” de la vida.
Dios nos envía y nos recibe. En la costa de Derqui, Jesús se acercó a la orilla y se quedó a comer con nosotros, se hizo Pan eterno para el cansado y Vino Nuevo para el desesperanzado. Nos trajo paz y dejó en las barcas semillas de esperanza.